Este viernes la ciudad de Mar del Plata festeja su 149 aniversario. Un 10 de febrero de 1874, La Feliz fue fundada por un estanciero originario de San Nicolás, Patricio Peralta Ramos. Ubicada sobre el sudeste de la provincia de Buenos Aires, es la cabecera del partido de General Pueyrredón, un importante puerto y balneario, y la segunda urbe de turismo más importante del país.
El recorrido hasta culminar con la creación de Mar del Plata comienza en 1581, donde se produce la llegada del hombre blanco a esta zona de la Provincia de Buenos Aires, con una expedición de exploración encabezada por Juan de Garay. Años después, la creación de un saladero de carne vacuna dio lugar a que en 1877 Pedro Luro se hiciera cargo del lugar, instalara un molino y construyese un muelle. Este fue el suceso que inició el desarrollo de la zona, sobre todo impulsando la agricultura. Dos años más tarde, en 1879 nacía el Partido de General Pueyrredón.
En retrospectiva, la ciudad fue pensada para unos pocos privilegiados que disfrutaban de los tres meses de verano en las costas balnearias. Sin embargo, el pasó del tiempo modificó trascendentalmente aquella concepción de la ciudad para transformarla en lo que conocemos: uno de los destinos turísticos más concurridos del país.
Portal Universidad conversó con Victor Pegoraro, Doctor en Historia y Docente de la Facultad de Humanidades en la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien explicó los comienzos de la urbanización de Mar del Plata hasta convertirse en ciudad.
Si bien en el imaginario social se relaciona a La Feliz con una ciudad predilecta para veranear, esto no siempre fue así. “Lo primero que hay en esta zona es un saladero donde se producía carne para alimentar a esclavos que pertenecía a Coelho de Meyrelles, un cónsul portugués que vivía en Argentina”, comentó Pegoraro.
A mitad del siglo XIX, Patricio Peralta Ramos “compra estancias improductivas que daban al mar y, en 1860 adquiere la Laguna de los Padres, la Armonía y San Julián de Vivoratá”, recordó. A lo que agregó que, a partir de esta compra, 14 años después “surge la idea de crear un pueblo y en 1874 se funda Mar del Plata. De esta forma, Mar del Plata se crea en tierras de Peralta Ramos”.
Mar del Plata se crea en tierras de Peralta Ramos.
Tres años después de la creación de lo que hoy conocemos como Mar del Plata, llega Pedro Luro, un inmigrante vasco francés que “viene sin nada y va haciendo fortuna. Comienza dedicándose al trabajo de campo y le compra la zona y el saladero al hijo de Peralta Ramos. Así se convierte en uno de los pioneros que empieza a urbanizar las tierras“, detalló el historiador.
De todas maneras, desde antes de su fundación, los terrenos eran el hogar de los trabajadores tanto del saladero como de los distintos pescadores de la zona. Al mismo tiempo, a unos kilómetros se fundaba la ciudad de Balcarce, que generó un movimiento de la población pues “mucha gente se traslada pensando que esa ciudad iba a ser más importante por su relación con el campo”, planteó.
En ese contexto, Mar del Plata empieza a crecer con estos trabajadores estables, pero lo hace poco a poco. “De aquí en más se establece el muelle, el almacén de ramos generales y un primer hotel, porque Pedro Luro y sus hijos son los primeros en pensar a la ciudad como un destino turístico de élite, para las clases altas”, afirmó Pegoraro.
Pedro Luro y sus hijos son los primeros en pensar a la ciudad como un destino turístico de élite.
Luro tenía una idea específica, consideraba que Mar del Plata debía ser “un balneario templado donde veranearan las clases altas argentinas. En ese momento, podían realizar un turismo rural en las cercanías de Buenos Aires o iban a los balnearios de moda en Europa, donde estaba la aristocracia latinoamericana en general, que luego van a formar parte de la historia de Mar del Plata”, confirmó.
A finales del siglo XIX, a 20 años de la creación de la ciudad, llega el primer tren a Mar del Plata y en 1888 se realiza la inauguración del Bristol Hotel. “Esta serie de acontecimientos dan cuenta de que la ciudad empieza a crecer como un balneario restringido para los círculos de élite. Se habla de turistas de pies descalzos con doble apellido que vienen a pasar tres meses de temporada de verano con toda su servidumbre para socializar” destacó.
Quien también es docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata señaló que, en ese momento, “la ciudad era el lugar de la crème de la crème. A ejemplo y semejanza de los balnearios europeos, se establece como el primer balneario de Argentina, por eso Mar del Plata era un lugar destacado. Estas clases altas son las que, años más tarde, van a construir las grandes villas balnearias, las grandes mansiones sobre la costa y la Avenida Colón, aunque ya no queden tantas hoy en día”.
Se establece como el primer balneario de Argentina, por eso Mar del Plata era un lugar destacado.
Con una mirada de la actualidad y de lo que dejó esta Mar del Plata fundacional, Pegoraro comentó que “lo que siempre pervivió fue el negocio inmobiliario. Desde sus comienzos es pensada con esa característica turística y es sorprendente cómo la urbanización de las tierras se destinan a este público turístico”.
Del mismo modo, explicó que “siempre se está pensando en el habitante del afuera por más que el tipo de turista haya cambiado. De ese balneario aristocrático pasamos a uno bastante popular, que cuenta con una oferta turística para todas las clases sociales”.
“Esta encrucijada entre la población permanente y la población transitoria de verano es parte de la identidad de Mar del Plata. Esa disyuntiva de trabajar para los marplatenses o para los turistas siempre estuvo presente, es una tensión que todavía no se pudo resolver”, concluyó.
La ciudad llegó a su apogeo en la década de 1960: con más de mil hoteles, noventa balnearios, cientos de departamentos en alquiler y millones de visitantes por temporada se transformó en un destino vacacional predilecto, y continúa siéndolo para quienes eligen esta ciudad a la hora de veranear.
También la destacan las personalidades que nacieron en la ciudad: tanto del ámbito musical como de la literatura, el cine y la televisión, Mar del Plata ha formado a reconocidos artistas como Astor Piazzola y Osvaldo Soriano. De igual forma, es una de las sedes más importantes a nivel nacional para la cartelera de espectáculos en las temporadas de verano, atrayendo a una gran cantidad de celebridades en los teatros de la ciudad.
Además, desde hace 36 años, se realiza el Festival Internacional de Cine , junto al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que agrupa en un mismo lugar a importantes directores, productores y otros trabajadores de la industria cinematográfica a nivel mundial.
Por último, la ciudad se caracteriza por mantener una gran oferta de actividades no solo de día sino también una interesante vida nocturna. Existen centros culturales que ofrecen actividades recreativas y formativas y acercan la cultura a aquel que desee conocer más. También hay otro tipo de lugares que son un clásico en la noche marplatense, como los bares y boliches con una decoración distintiva, una gastronomía diferente y música de calidad para pasar un buen momento.
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