Julio “Coco” Antuñano es uno de los impulsores del Banco de bicicletas.   Asociación Civil sin fines de lucro cuyo objetivo es poder solucionar en forma real el problema de movilidad de personas de bajos recursos.

Atentos y atentas que hoy vamos a hablar de un tema que les va a robar una sonrisa y los va a soeprender.

Hoy vamos a hablar de un banco, pero no es como vos te imaginás…

 Dicen que todos tenemos una misión en esta vida y la de Coco es esta, de so se trata el Banco de Bicicletas, se reciben las bicicletas para repararlas y donarla a quienes más lo están necesitando.

Pero ¿Cómo arrancó esta idea de hacer un Banco de bicicletas?

Voy en bici Argentina nació como un proyecto de inclusión para solucionar en forma real el transporte social en la Argentina. O sea que a través de una economía circular, logramos que la bicicleta que nadie use, pueda tener otro destino a través del Banco de Bicicletas que se va generando en diferentes localidades del país.

Voy en bici Argentina es una Organización Civil sin fines de lucro. A partir del año 2020 se autofinancian.  Cuando comenzó la pandemia esto se exacerbó y comenzó a generarse este efecto bumerang, tan grande que a veces no dan abasto. 

Voy en bici Argentina se encargan absolutamente de todo, desde ir a buscar las bicis en las camionetas hasta arreglarlas y entregarlas a quienes las necesitan.  Recién en lo que va del 2021 comenzaron a recibir el apollo de algunas empresas privadas.

¿A quienes se entregan estas bicicletas reparada provenientes de donaciones?

Las bicicletas son entregadas a diferentes colectivos de la sociedad.  A comedores y merenderos, a las cárceles (trabajan junto a la Fundación Espartanos en la cárcel de San Martín), puede ser para personas discapacitadas, para adultos mayores, para escuelas rurales, en fin hay un montón de aristas para trabajar y crear conciencia también.

Cada vez que se abre un “Voy en bici Argentina” en algún barrio, la premisa es generar conciencia que esa bici no se la regalamos se la estamos dando para trabajar o estudiar y para que esa persona el día que se pueda comprar una debe donarla para que otro la pueda utilizar.

De esa manera se genera inclusión en el barrio y hace que el proyecto sea sustentable y sostenible.  También las préstamos para hacer salidas recreativas en familia.  Por ejemplo si una familia quiere salir a pasear un domingo a un parque , se les prestan las bicicletas y por unas 4 horas y después las devuelven para que otros lo puedan disfrutar.

Así se va creando el sentido de pertenencia y sin vandalismo, ya que todos cuidamos lo que es de todos…

Hasta ahora se entregaron 327 con un costo operativo de arreglo y entrega de $5000 por cada una de las bicis.

De esta menera tiene una persona en una economía circular por $5000,  una bicicleta de $50.000 que no podría comprar nunca.

El momento más lindo sin lugar a dudas es el momento de la entrega de la bici a quien la está esperando.  Coco nos cuenta que esos son los momentos por los que vale la pena tanto esfuerzo, cuando le dicimos a la persona “bajate el barbijo que te quiero ver la sonrisa…..”