El Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires asumió el compromiso de actualizar los diseños curriculares de Nivel Inicial y Primario.Para poder realizar este proceso se propuso repensar la escuela buscando resignificar y rediseñar algunos de sus contenidos, tiempos, espacios, rutinas, agrupamientos y organización, priorizando el lugar central que ocupan los estudiantes y sus aprendizajes, y considerando a la escuela como un espacio cada vez más equitativo e inclusivo. En este sentido, la actualización curricular requiere del compromiso y de la realización de acuerdos y de nuevos consensos de los distintos actores del campo educativo. 

El Plan Estratégico Buenos Aires Aprende 2024-2027 propone impulsar el desarrollo integral de las personas para alcanzar aprendizajes que puedan transformar su realidad y prepararlas para un mundo cambiante y desafiante que demanda cambios culturales profundos. El plan adopta una perspectiva transversal de educación ambiental en todos sus aspectos y busca promover habilidades para el desarrollo sostenible y un compromiso intergeneracional con el objetivo de generar transformaciones positivas, hacia una comunidad más equitativa, inclusiva, sostenible y pacífica.  En este sentido, como política pública, se decide incluir a la Educación Ambiental como un eje transversal en los nuevos diseños curriculares de Nivel Inicial y Primario

La incorporación de este eje o área transversal tiene como propósito la formación de una conciencia ambiental y la formación de saberes, actitudes, valores y prácticas que colaboren hacia una ciudadanía comprometida y participativa por el cuidado del ambiente. Promueve el desarrollo del bienestar socioemocional de las personas que se construye a través de la interacción con otros y en el entorno. La Educación Ambiental incentiva la observación del entorno y la de uno mismo, como así también teje redes de aprendizaje cooperativo y colaborativo, favorece una mejor convivencia y el desarrollo  del pensamiento reflexivo y la toma de decisiones conscientes y respetuosas de nuestro ambiente. 

Se trata de un proceso que promueve la sustentabilidad como proyecto de la comunidad que atiende a las necesidades de estas generaciones y las futuras, la preservación de la naturaleza, el cuidado de la salud humana y ambiental, la participación ciudadana democrática y el respeto por la diversidad cultural y biológica. 

El contexto actual, que nos interpela a buscar nuevas formas más justas, democráticas y sustentables de habitar el planeta y de vincularnos entre las personas y toda forma de vida que habita este mundo, nos impulsa a continuar construyendo compromisos en el ámbito educativo desde las bases de la sustentabilidad. En consonancia con el plan estratégico, el nuevo diseño curricular propicia una apertura a la transformación y a la búsqueda de nuevos acuerdos y soluciones que permitan atender los problemas prioritarios desde miradas creativas, innovadoras y sostenibles, que recuperen las buenas prácticas y los saberes construidos con la experiencia y los sentidos colectivos. 

Los diseños curriculares aportan un marco para las nuevas formas de enseñar y aprender que orientan los procesos educativos desde las edades tempranas y acompañan las trayectorias escolares de cada estudiante. Se convierten así en un mapa que orienta una ruta posible, un camino que abre alternativas en los recorridos de los estudiantes, una brújula para la enseñanza y un punto de partida común que refleja las intencionalidades pedagógicas de cada nivel educativo. Allí se delinean los propósitos de aprendizaje que apuestan al futuro de una sociedad en un momento y tiempo particular. Es por eso que su transformación es un hito histórico que marca el inicio de nuevos retos que es necesario pensar en el corto, mediano y largo plazo. La incorporación de la Educación Ambiental de manera transversal permite institucionalizar el cambio cultural favoreciendo su implementación en cada institución educativa, así como construir acuerdos, establecer objetivos y plantear acciones conjuntas entre distintos actores de la comunidad educativa  desde el Proyecto Escuela. 

En un mundo globalizado en constante cambio y transformación resulta esencial preparar a los niños y jóvenes para afrontar y dar respuesta a los desafíos venideros en relación a la crisis ambiental y climática, y contribuir desde las escuelas, en la construcción de ciudadanías democráticas, críticas, participativas y comprometidas con el cuidado y la protección del ambiente y la paz.