COREA DEL SUR: Hace casi 20 años este país prohibió que los desechos de comida terminaran en los basurales. Allí, la mayor parte de esos desperdicios se convierten en alimento para animales, fertilizantes y combustible para calentar hogares. Los gobiernos locales han construido cientos de centros procesamiento. Los consumidores, propietarios de restaurantes, conductores de camiones y vecinos son parte de la red que los recolecta y los convierte en algo útil :Los restos de comida se recogen en una cubeta durante todo el día.y se vacían en un contenedor destinado para eso que està en la calle. En la tapa se adhiere una pegatina que se le compra al distrito y que es una prueba de que ha pagado para la eliminación de esta comida. Los camiones comienzan a pasar por las calles a las cinco de la mañana, quitan las calcomanías de las cajas y vacían el contenido en el depósito del camión. Alrededor de las once de la mañana llegan al centro de procesamiento donde descargan todo el revoltijo.que se separa a mano.. Una banda transportadora  los lleva a un molino, que los reduce a pequeños trozos.

Despuès, esto se mete al horno y se deshidrata. La humedad va hacia unas tuberías que conducen a una planta de tratamiento de agua, donde una parte se usa para producir biogás. El resto se purifica y se descarga en un arroyo cercano. Lo que queda  en la planta de procesamiento se tritura para convertirlo en un complemento alimenticio para pollos y patos, rico en fibra y proteínas, que se regala a cualquier granja que lo quiera. En el centro de biogás en un suburbio de Seúl, los desechos de comida —casi 70.000 toneladas anuales­ -se someten a una descomposición anaeróbica. Se quedan hasta 35 días en tanques enormes mientras las bacterias descomponen la materia orgánica y generan biogas. que se usa para calentar 3000 hogares. Lo que queda de materia sólida se mezcla con virutas de madera para hacer fertilizantes que luego se regalan a las granjas que lo pidan. En los edificios de todo el país, los residentes reciben tarjetas para escanear cada vez que arrojan desperdicios de alimentos en un contenedor designado., que pesa lo que tiran; al final del mes reciben una factura,  nunca  más de un dólar por el servicio. En abril fueron 26 centavos. Sin embargo, la factura mensual los hace ser más conscientes de cuánto se tira.

FRANCIA: La Iniciativa internacional «4 por 1000» anima a las partes interesadas a comprometerse en una transición hacia una agricultura regenerativa, productiva y super resiliente, basada en una gestión adecuada de la tierra y el suelo, que genere puestos de trabajo e ingresos y, por tanto, conduzca a un desarrollo sostenible

NICARAGUA: En las montañas del norte de su pais unas 7.500 familias hacen agricultura orgànica. En los últimos 16 años, el sector agropecuario nicaragüense incrementó su producción en un 103,7 %.  Genera el 20 % del producto interno bruto y emplea a casi el 40 % de la población activa. Gradualmente,  fueron transformando un conjunto de técnicas sustentables en una amplia escuela agroecológica que es tal vez la más desarrollada en Centroamérica. Los pequeños agricultores producen el 90 %  de la canasta básica de alimentos, el 65 % de los productos pecuarios y el 56 % de las exportaciones agrícolas. Tienen sus títulos de propiedad y asì tienen más seguridad para trabajar, conseguir financiamiento e integrarse en cooperativas para sumar fuerzas en mejores acuerdos”.

USA: Un análisis de las grabaciones de delfines hembra adultos de una población investigada en aguas de la bahía de Sarasota, en Florida, confirmò que las hembras de delfín mular modifican sus silbidos, produciendo sonidos peculiares con frecuencias máximas significativamente más altas y rangos de frecuencia más amplios en presencia de sus crías, detalla el estudio publicado este lunes en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Como las mamás humanas, que cambian el timbre de su voz y el ritmo de su lenguaje cuando hablan en media lengua a sus bebés, inconscientemente usan un timbre diferente que cuando  hablan a otros adultos.