Las Nutricionistas vienen peleando hace muchos años junto a distintas organizaciones de la sociedad civil por este  proyecto tan importante que tiene que ver con el empoderamiento de los ciudadanos para saber que contiene lo que comen. 

Cuando uno va a la góndola del supermercado, cuando uno compra los productos, muchas veces nos pasa que compramos por el packaging o el marketing que tienen los productos, por eso es tan importante este proyecto de ley que regula la industria alimenticia.Tenemos que saber que comemos para poder decidir cómo llevamos adelante nuestra alimentación.

A ver, cuando hablamos de esta cuestión que se busca una ley que tiene sesgos de autoritarismo o de prohibición, …pues no.  Acá lo que particularmente se defiende es el derecho a las audiencias críticas, que es la posibilidad que cuando nuestras infancias  miran televisión, estén recreando infancias y que no sean sujetos consumidores puestos al servicio de las grandes industrias.

Hablamos de la de ley de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas que el 13 de julio obtuvo dictamen de mayoría Esa mayoría apoya al proyecto tal cual vino del senado y en agosto será tratado en el recinto para convertirse en ley.

En primer lugar este proyecto, lo que busca básicamente es que en los envases de los productos alimenticios se coloquen sellos de advertencia, indicando aquellos alimentos que contengan excesos en grasas saturadas, azúcares, carbohidratos, etc.  Lo que se busca con este proyecto, lejos de prohibir ningún alimento, es darle el poder al ciudadano, al consumidor, de poder elegir, es decir,  de tener toda la información de los alimentos que consumen para decir que es lo que considera cada uno que es lo que le hace bien y que es lo quiero.

No debemos perder de vista que en Argentina, la mala alimentación es la causa número uno de enfermedades crónicas no transmisibles como por ejemplo la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y obesidad entre otras.

No es poca cosa y debemos atender esta necesidad de manera urgente.  No se trata de un tema de carácter productivo o económico, acá se está hablando de un tema de salud pública. 

Sin embargo existen fuertes resistencias, que básicamente provienen en su mayoría del sector de la industria alimenticia y azucarera.  Ya que de no cumplir con ciertos parámetros internacionales de acuerdo a lo que es la Organización Panamericana de Salud, sus ventas se verían perjudicadas.

Pero no somos el primer país de la región que quiere incorporar esta ley.  Países de Latinoamérica como Méjico y Chile,  ya incorporaron este sistema de octógonos negros de advertencia en la parte frontal de los packaging, Y los resultados pueden dar evidencia que la gente tiene mayor información y que eso suma a que se puedan ir modificando los patrones de consumo.

Es lo que se busca también con la ley, que cambie la manera de consumo desde el comienzo y  desde la producción, haciendo que cada vez los alimentos que consumimos sean más saludables, para nosotros y para el ambiente.

En Chile se hizo un estudio que probó que como ahora las madres tienen mayor información sobre los alimentos que consumen sus niños, ha bajado considerablemente la venta de alimentos con excesos de azúcares.  Los resultados están y tenemos ya la evidencia de que esto funciona en otros países.