El club River Plate, abrió sus puertas para dar abrigo y comida a las personas que están en situación de calle. 

Juan Carr se refiere a lo que pasa en una de las entradas al estadio Monumental: a las familias que se acercan a traer donaciones y a las personas en situación de calle que llegan a buscar esas mismas bolsas, que los voluntarios -tanto de la fundación como de River- están acomodando contra una de las paredes, del otro lado de las vallas.

Muchos de los que están en situación de calle, antes que les entreguen las bolsas preguntan según la necesidad de cada uno.  Algunos preguntan por mantas o frazadas, otros por calzado. Todos están, con un gesto de agradecimiento por los guantes, gorros y bufandas.

Tengo 50 años: pido trabajo y me dicen que soy viejo. Prefieren dárselo a los extranjeros. La situación es muy angustiante, más bien desesperante, y cada vez es peor, cada vez somos más los que estamos en situación de calle.  Nosotros somos “invisibles”para muchos, dice, mientras a su alrededor, las historias como la suya se siguen acumulando. Son hombres y mujeres que llegan solas o en familia. Y ahí, Pedro, prefiere dejar la charla. Dice que mejor ir a abrir las bolsas: no quiere perderse de un buen abrigo y una buena frazada, de cara a la noche más fría del año