Buenas buenas para todos nuestros lectores y lectoras.  Hoy les vamos a contar una curiosidad sobre nuestro calendario actual sobre los meses del año. Al comenzar el mes de septiembre y verlo en el almanaque, se nos vienen muchos recuerdos inevitables a la cabeza y nuestra memoria comienza un viaje hacia el pasado.

Tratando de recordar cómo lo pasábamos cuando íbamos a la escuela, los lugares a donde íbamos a disfrutar con nuestros amigos y compañeros del colegio.  Tal vez lo recordamos como ese día en el que dimos el primer beso, o la fecha en que nos pusimos de novios/as, o simplemente el día que comenzó una maravillosa amistad.

Además es el mes en que todo florece y crece, nos da una esperanza fresca de renovación para seguir adelante con nuestra cotidianeidad, pero con un aire de..”vamos por más”.  Es como una inyección de fuerzas que nos permite cargar energías para los meses que quedan hasta fin del el año.

Realmente es tan  así de importante el mes de Septiembre en el calendario, que va aquí una brevísima reseña histórica que les dará mucha curiosidad conocer…

Septiembre es una palabra de origen latino que significa siete meses, aunque hoy el séptimo mes en realidad es el noveno mes del año. Pero septiembre no es el único mes que por su nombre ascendió en el calendario, lo mismo ocurre con octubre (octavo), noviembre (noveno), diciembre (décimo).

Entonces, quien los empujó? Para encontrar la respuesta tenemos que irnos al año 753 antes de Cristo, fecha en la que se supone los gemelos Rómulo y Remo fundaron Roma. Y dicen que fue Rómulo el creador del primer calendario. El calendario romuleano o romano, estaba formado por diez meses lunares que sumaban un total de 304 días.

El año comenzaba con el inicio de la primavera en el hemisferio norte, en el mes de Martius (marzo), le seguían los meses de Aprilis, (abril), Maius (mayo), Iunius (junio), el quinto mes era Quintilis (julio), el sexto Sextilis (agosto), Septembris (septiembre), Octobris (octubre), Novembris (noviembre), y Decembris (diciembre).

El problema surgió cuando los romanos se dieron cuenta que era muy difícil ajustar los diez meses al cambio de las estaciones y al ciclo solar, que impactaban directamente en los cultivos del campo. Entonces el sucesor de Rómulo, Numa Pompilio, añadió dos meses después de decembris: Ianarius (enero), y februarius (feberero). Así el calendario pasó a tener 12 meses compuestos por 355 días. Septiembre seguía siendo el séptimo mes..

Recién en el año 153 antes de Cristo los romanos dejaron de contar el inicio del año durante el comienzo de la primavera. Qué ocurrió? Estalló la guerra numantina en la Hispania, que enfrentó a los romanos con las tribus celtíberas. Era costumbre que los cónsules fuesen nombrados por el Senado de Roma en marzo, cuando empezaba el año, pero la necesidad de preparar la campaña militar para la primavera, hizo que el General Quinto Fulvio Nobilior le pidiese al Senado que adelantase los nombramientos, así podían trasladar las tropas cuanto antes hacia la península ibérica. Fue así que enero y febrero pasaron de los últimos dos lugares del calendario, a los dos primeros…

Los romanos entendieron los beneficios de preparar al ejército durante el invierno para ponerlos en acción en marzo, con la llegada de la primavera, y modificaron al calendario para siempre…

En el año 46 antes de Cristo, el emperador Julio Cesar ordenó que el calendario se ajuste y así llegamos a los 365 días que conforman un año en el calendario Juliano, llamado así en honor a Julio Cesar. Recién en 1582 el Papa Gregorio XIII instauró el calendario Gregoriano. No hace falta que explique porqué se llama así, no? El nuevo calendario corrigió un mínimo desfase temporal del anterior, y sobre todo de la celebración de la pascua.  

Sin embargo, ni el juliano, ni el gregoriano, modificaron las denominaciones del noveno mes, tampoco del décimo, undécimo y duodécimo. Ahí están, en el almanaque, disfrazados con sus antiguos nombres: septiembre, octubre, noviembre y diciembre…