Hoy me di cuenta que es posible tomar los momentos felices de nuestra vida y amoldarlos a aquellos sueños felices que albergamos en nuestro corazón.  Porque uno no siempre tiene lo que quiere, como lo quiere. Pero si tenemos la dicha de tener amor, bienestar y un poco coraje pues se puede vivir una vida muy digna.

Yo lo llamo una vuelta de tuerca.

Pues en este gran recorrido de autoconocimiento sin miedos y despojándome de mis prejuicios que no me aportan nada, me atrevo a VIVIR MI VIDA.

Porque es posible tener más trabajo y responsabilidades y ser más feliz. No es fácil y por momentos llegan la angustia y la incertidumbre pero sólo las dejo que se queden un rato. E intento multiplicar esos momentos mágicos porque yo los puedo crear cuando quiera, con un mínimo de requisitos: Una audiencia predispuesta (siempre tengo a mis mellis), un poco de imaginación (siempre tuve un montón) y ganas de pasarla bien (que no nos falta nunca) y si mezclas todo esto…No será lo que había soñado cuando era pequeña pero puede resultar mejor de lo que en realidad es.

Siempre quise tener una familia numerosa y ruidosa… recuerdo las fiestas todos juntos, la música fuerte y algunos bailando, otros cocinando y yo de acá para allá disfrutando a mis abuelos, a mis padres, a mis tíos y a mi primo. Los perros, el loro y los gatos… Pero eventualmente, mis hijos caerán a casa con sus amigues, con sus novies y sumado a los que a mi me rodeen será sin dudas una casa llena de alegría siempre.

También recuerdo soñar de niña con ir al Parque Lezama saltando con mis dos colitas de la manos de mi mamá y mi papá… No será jamás como lo soñé pero voy con ellos cada vez que los llevo a mis hijos. Y siento su presencia en nuestras vidas a diario. 

Muchas veces las cosas no son como las queremos pero si las son. Y eso es lo único que importa. Tengo la mejor familia del mundo. En nuestro hogar hay amor, hay risas, hay gritos, hay berrinches, hay música, hay luz, hay vida y se están dando las bases para todo lo grandioso que va a ser porque ya lo es.

Al ganar consciencia, conocimiento, responsabilidad y autonomía sobre mi misma comprendo que estoy construyendo mi propio mundo o verdad . La vida que vivimos se hace mas llevadera pues la verdad solo se puede tolerar si la descubre uno mismo.