Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, los Bomberos de la Ciudad recuerdan la necesidad de cumplir las normas y mantener ciertos cuidados para evitar la intoxicación con monóxido de carbono.
Controlar el buen funcionamiento de los artefactos de gas, entre ellos termotanques, calefones, estufas y cocinas, y la correcta instalación y estado de los conductos de ventilación, a través de un gasista matriculado, y evitar braseros, son algunas de las recomendaciones de la Oficina de Investigación de Incendios y Explosiones de Bomberos de la Ciudad, ante la llegada de las bajas temperaturas.
También hacen hincapié en llamar al 911 ante una emergencia o duda sobre un posible escape o intoxicación.
Esta dependencia, integrada por técnicos del cuerpo de Bomberos de la Ciudad, está a cargo de las pericias que encomienda la Justicia en los casos de intoxicaciones por monóxido de carbono dentro del territorio porteño.
En su centro de operaciones, que ocupa en el predio de la Compañía Técnico Pericial, en el barrio de Parque Avellaneda, esta oficina tiene un Salón de Experimentación donde están expuestas cada una de las falencias de funcionamiento, instalación y ventilación que se producen con los artefactos a gas y las evidencias que dejan estas fallas, como marcas en aparatos y paredes.
Estas evidencias visibles son de gran importancia para darse cuenta del peligro ya que la combustión no tiene olor ni ruido, por lo cual al monóxido de carbono se lo conoce como el “asesino silencioso”.
“Esas manchas negras que pueden quedar en paredes o en los aparatos quiere decir que se está liberando monóxido de carbono en el ambiente”, explicó el subcomandante Martín López Calvo, a cargo de la Oficina técnico científica.
Como primera medida, López Calvo recomendó que “un gasista matriculado revise una vez por año, especialmente ante la llegada del frío, todos los artefactos de gas, tanto calefones, termotanques, cocina y estufas, y también la correcta instalación de rejillas de renovación de aire y ventilación”.
En base a su experiencia, la mayoría de los casos de intoxicación parten por “conductos obturados” sostuvo López Calvo.
Ante ello, el 2do jefe de Siniestros, subcomandante Eduardo Jamur, dio como ejemplo “tubos tapados con nidos de pájaros o restos de mampostería, caños achatados o con los sombreros aplastados”.
Los especialistas advirtieron, principalmente en estos tiempos en que la gente está más en el interior de las casas por las bajas temperaturas, que “el monóxido de carbono es acumulativo, por lo cual a medida que pasa el tiempo la intoxicación se va incrementando”.
“Por más que uno salga al exterior y respire aire fresco, al volver al ambiente contaminado la intoxicación continúa y se incrementa el riesgo de perder la vida, ya que el monóxido no es percibido por nuestros sentidos”, advirtió Jamur.
López Calvo también señaló que el cuerpo humano puede dar algunas advertencias sobre intoxicación aunque muchas veces, equivocadamente, la gente le suele dar su origen a otra causa.
“A veces uno siente malestar estomacal y lo endilga a algo que comió y le cayó mal o un ataque al hígado, pero en realidad la persona está intoxicándose con monóxido de carbono”, agregó el subcomandante, quien insistió que, “ante cualquier emergencia o duda de este tipo hay que llamar al 911”.
Los consejos de Bomberos de la Ciudad:
Un gasista matriculado verifique el correcto funcionamiento de los artefactos de gas (calefones, termotanques, cocinas y estufas), el estado de su instalación y de las rejillas de renovación de aire, y corroborar que todas las salidas de los conductos de los artefactos estén sin obstrucciones.
No utilizar la cocina para calefaccionar.
No usar braseros. Estos están prohibidos.
No utilizar caños corrugados para salida de los artefactos.
Controlar que los cerramientos no impidan la salida de los gases de los artefactos.
En caso de emergencias y dudas llamar al 911.
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