Hay una necesidad de entender más, para poder cuidar la naturaleza donde vivimos. Hablamos de la necesidad de saber más para proteger los océanos, hablamos de cuánto nos falta aprender de los bosques y su funcionamiento, también sobre el valor del territorio y la riqueza de los suelos.
Todo lo que necesitamos aprender para vivir en las grandes ciudades, desde la separación de la basura hasta el ahorro de energía, cómo nos transportamos. Todo lo que nos falta aprender…
¿No será que algunos aprendizajes nos resultan inconvenientes o por lo menos no se adecuaban al “ahora”? ¿Qué debiera tener la nueva educación ambiental?
La tensión lógica que hay en toda la economía y la sociedad mundial es la tensión entre producción y acción. Entre producción para satisfacer necesidades y ambiciones y la protección ambiental, que es la interrelación entre la naturaleza y la sociedad, el hombre.
Es importante reforzar el concepto de ambiente, porque ¿Qué es la cuestión ambiental? No solo es la ecología, sino que cuando hablamos de ambiente ponemos todo lo social y lo construido por el hombre.
Ahí entran un montón de otras cuestiones que tienen que ver sin el derecho, con la política, las ciencias..Toda esta cuestión es la que hay que profundizar para promover cambios en los valores y conductas sociales. Este es el objetivo principal de una educación ambiental.
Hace años atrás no existían esas tensiones de las que hablamos entre los gobiernos del mundo y el ambiente, porque no había dos puntos de vista acerca de cuidado del ambiente, pero hoy en día son muchas las voces que desean otra cosa, otra manera de cuidar nuestro planeta, de producir y de consumir.
Bienvenida esta tensión a nuestra democracia argentina, porque en el día a día debemos buscarle solución a cada uno de los problemas de nuestro país.
Ahora, Argentina tiene que ver como se inserta en este nuevo panorama internacional, que tiene que ver con las elecciones que hubo recientemente en Estados Unidos.
Estamos en condiciones de decir que hicimos nuestros deberes. Desde el año 1992 participamos de un Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable y pusimos la reforma constitucional, o sea que pusimos a la educación ambiental con un rango constitucional que en el segundo párrafo decía “..Las autoridades deben proveer la protección del derecho al ambiente y específicamente se daba información y educación..”
Nunca imaginamos que una Ley de Educación Ambiental podía estar incluida en el temario de sesiones extraordinarias del Congreso de la Nación puesto al tope de rango de la política nacional e internacional. ¡Bienvenida Ley de Educación Ambiental!
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