Estaba leyendo un Blog de marketing digital y la autora recomendó que si no estas satisfecho con el tipo de clientes que tenes, no debes conformarte con cualquiera por el sólo hecho de percibir ingresos, aún atravesando una crisis económica y, concluyó con la siguiente idea: “…como enel amor, no hay que conformarse con cualquiera ni con el primero que pasa por delante y te haga caso”.

Así, como las frases de mi abuela, este comentario me detonó miles de pensamientos. Vale aclarar que mi abuela la única moraleja sobre el amor que me transmitió es: “Del amor no se come, Griseldita”. Y “marche preso”.

Lo cierto es que conozco mujeres que siguen esperando lo que ellas están buscando, mientras viajan por el mundo o prueban nuevas experiencias: deportivas, culinarias, lingüísticas o profesionales. Ya sea para matar el tiempo o para ir realizándose. Pero en algún momento de sus vidas se topan con el tic-toc del reloj biológico o con las presiones familiares de “madurar” y formalizar. Y ese, es un punto de inflexión tal vez o de reconfirmación del camino que quieren recorrer.

Las mujeres que pueden, ahora, eligen si quieren o no tener hijos y/o parejas monogámicas y no dejan que nadie las avergüence por su deseo. Y eso es tener ovarios. Otras, y en este grupo me incluyo, ya no estamos para cualquiera y vamos por el todo o nada, por una familia ensamblada o por un buen hombre que me trate como me merezco, mientras tanto. También requiere de muchas agallas. 

Además, están aquellas mujeres que esperaron y finalmente les llegó. Y se subieron gustosas y alegres a ese tren que tanto tardó en pasar y que por ahora las lleva en un buen viaje y, ojalá que sea el viaje de sus vidas… Estas mujeres  la parieron antes, debo reconocer, por haberse enfocado en otra meta o por haberse sentido inseguras en esperar tanto, hubo titubeo pero se mantuvieron firmes y finalmente llegó su recompensa.

Y entretanto me sigo preguntando, cómo saben cuál es cuál. Cuál es el tren que se deja pasar y cuál es al que te subís. 

¿Cuál es el indicador que sube la barrera? ¿La intuición? ¿El amor? ¿El sexto sentido? ¿La soledad? ¿La economía? ¿Las hormonas? ¿La edad? ¿La ingenuidad?

¿Cómo sabes que es amor? Uno cree que sabe lo que es el amor hasta que se rompe ese paradigma con otro nuevo y gran amor ¿No? Entonces ¿Nos arriesgamos a que nos rompan el corazón en post de probar si este sí es amor? Es una elección entre probar o me quedo “sola y tranquilita”, como ya me han recomendado… Yo soy partidaria de seguir probando porque es más divertido, claro está…Sólo que voy a seguir afinando puntería nomas…

Hace unos días hablábamos con un gran amigo sobre las relaciones.. Yo le explicaba que para mí aparte de la química influye el factor compañerismo. Pero él me decía que compañeros de vida pueden ser tus amigos, que la pareja es más sexual. Y no es que esté en desacuerdo, pero a la luz de mis recientes acontecimientos afectivos, puedo afirmar que el sexo no lo es todo. Que se deben compartir estilos de vidas y metas…sino eventualmente todo se va a al mierda.

Probé ya con el 50/50. Con el 80/20. Con el 40/60 y nada. Esta vez, me dije, que la voy a pensar más. No dejar que el corazón guíe porque se emociona y cago fuego. O tal vez sea todo una cuestión de marketing y estableciendo bien al público objetivo, haciendo una hipertargetización y publicitándote para tu segmento adecuado, por ahí se puedan maximizar los resultados…

¿Ustedes qué hacen? ¿Se conforman? ¿Siguen buscando inconscientemente? ¿Creen en las señales? ¿Prueba y error? ¿Son eternas optimistas?