A continuación comparto una experiencia al menos desagradable que viví al momento de dar un examen libre en calidad de persona ciega. La idea de este post no es escrachar, acusar ni condenar a nadie, sino reflexionar sobre las prácticas ejercidas sobre las personas con discapacidad que nos formamos en la universidad de Buenos Aires.

Hace un par de semanas, me presenté a dar un examen libre de idioma, media hora antes del horario anunciado para poder concertar con el profesor la modalidad de examen. Le propuse leerme el examen para que yo pudiera documentarlo con un grabador digital, escucharlo varias veces y responder las preguntas oralmente o por escrito. Entonces me respondió que no podía ser, que era un problema porque habrían muchos alumnos rindiendo en ese momento y no había tiempo para leer (texto de 5 párrafos), que regresara a mi casa, y que posteriormente me enviarían el examen por correo electrónico con las consignas leídas para que yo lo respondiera.

En ese momento no dije nada, porque no me pareció buena idea contradecir al titular de la cátedra, y porque a veces impera una especie de micropoder que invierte la carga, y entonces la persona con discapacidad llega a sentir que el que está mal es el/ella por objetar un acto de buena voluntad de la otra parte.

10 días mas tarde, recibí un correo con los párrafos leídos desde una voz digital (no humana) que había sido captada desde un parlante, situación que considero bastante desventajosa para una persona que debe escuchar un idioma que le es ajeno a través de una voz computarizada captada con un micrófono y a su vez reproducida en un parlante.

La propuesta es entonces, reflexionar sobre las siguientes cuestiones:

¿No tiene derecho una persona con discapacidad a rendir examen en el día y horario estipulado?. Pienso si los exámenes se toman en presencia de un solo profesor que no puede descuidar ni por un segundo a sus alumnes, ni si quiera pensar en la posibilidad de leer un examen antes de tomar examen escrito, considerando el haberme presentado yo media hora antes del horario previsto.

¿No le estamos negando a la persona con discapacidad la posibilidad de acceder a un conocimiento de calidad?. Piensen que pasaría si todos los responsables de cátedra tomaran la decisión de tomar sus finales por correo electrónico.

¿Cuáles son las herramientas específicas que tiene a disposición la persona con discapacidad ante estas situaciones?.

Entiendo que un docente pueda desconocer sobre el modo mas apropiado para tomar examen a una persona ciega, pero en esos casos, la enorme mayoría de profesores/as suelen preguntar a quien va a rendir acerca de cuál le sería la forma mas apropiada de dar el examen. En ese caso, si la propuesta del alumno/a no es factible se da una instancia de negociación, pero nunca es lo correcto imponer una modalidad.

Me hubiera gustado publicarlo antes, pero por si acaso, quise asegurarme de poder dar examen libre de esa materia en otra cátedra.