Estar al frente de un restaurant donde se cocinan exquisiteces del mar y es vistados a diario por turistas de todo el mundo no es sencillo. Para Lino Gómez Adillón tomar la descición de tener que modificar la carta no fue tarea facil pero bien vale la pena la causa por la que lo hizo.

Muchas veces ocurre que después que se calman los ánimos y todo queda en el olvido, ya simplemente no se habla más del tema.

Hace algunas semanas salió la ley que limita la salmonicultura  a gran escala en Tierra del Fuego y se habló bastante del tema. 

A nosotros nos pareció interesante volver a Ushuaia (Tierra del Fuego) para ver cuales son las consecuencias inmediatas  de una deseción tan jugada y tan fuerte que en definitiva fue gracias a la presión ciudadana que influyó positivamente para que esto ocurriera.  No había ocurrido antes en otro lugar del mundo y por eso nos pareció bueno ir a buscar a Lino Adillón que es un cocinero emblemático y activista dela ciudad de Ushuaia y dueño del restaurant “Volver” que ya hace tiempo sacó de su carta el salmón por el modo de crianza en las jaulas (vienen a nuestro país desde Chile).

“Todavía no salimos del asombro y la alegría de haber logrado una ley en tan poo tiempo sobre un tema que era imposible y totalmente inpensado.  Y sin darnos cuenta la mecha se a prendido tal en todo el mundo que la gente está hablando por el mundo y es una manera más veloz de la que esperábamos”.

El hemisferio norte hace ya tiempo que vienen despertando sobre este tema, no olvidemos que la industria del salmón existe allá desde los años 80.  Cada vez les están poniendo más límites y ya muchos países que directamente prohibieron la cría de salmón a gran escala.

Nuestro país hermano Chile, está en un proceso de revelarse y saliendo de a poco de esa máscara que pone este sistema perverso de producción que es tan dañino para el planeta como también para los trabajadores, que está lleno de mentiras y que es generador de divisas sólo para unos pocos.  Una  industria que  no ha hecho más que sobornar  y burlrse de la gente y dañar al mar y a todo el ecosistema.

“En la gastronomía hay cocineros que usan todavía el producto.  Creo que es importante no demonizar al cocinero que lo sigue teniendo en sus cartas.  Cada uno es libre y tenemos libre elección de comer lo que cada uno quiera”

Como todo gran cambio.  Lleva tiempo pero este es el comienzo y nosotros nos sumamos  y nos subimos a este tren de cuidar nuestras aguas, nuestra fauna marina y nuestro planeta.